Días de Pascua

Hace unas semanas los padres volvimos a tener un taller en la Kita de Sofie con motivo de la celebración de la Pascua. En esta ocasión hicimos cestas para que los niños puedan recoger los huevos pintados y dulces que les van a esconder por el parque este jueves. Ese día los padres les acompañamos en la búsqueda ¡Imaginad si no qué follón se puede organizar! Os preguntaréis "¿y si alguna familia no puede? ¿qué se hace en esos casos?". Como ya he comentado en ocasiones anteriores, aquí lo normal es que uno de los padres se dedique al 100% a la familia o como mucho pida una jornada reducida en su trabajo tras un año de excedencia (se pueden pedir hasta tres pero sólo durante el primero se cobra una parte del salario).

En realidad esta "búsqueda del tesoro" suele hacerse el domingo de Pascua. La liebre esconde huevos de colores y chocolatinas. Esta tradición proviene de la Edad Media, época en la que se podía pagar en especie el arriendo de las tierras y muchos granjeros lo hacían con huevos y liebres. Las casas se decoran para la ocasión, se pone hasta un árbol de pascua del que cuelgan los huevos, se organizan mercadillos e incluso se hace un fuego para quemar el invierno y dar paso a la primavera, época de fertilidad. 

Sin embargo, nuestros días de Pascua serán más de procesiones, torrijas y playa ya que estaremos de vacaciones. ¡Que ya nos toca!

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Feliz lunes

Oliendo ya las vacaciones de Semana Santa comenzamos la semana. Hoy la amenizamos con "Fireflies" de Owl city. Nos gusta levantarnos con ella, ya que pone las pilas sin demasiadas estridencias. Hemos pasado un fin de semana estupendo en Hannover en compañía del onkel y la tante, visitando la casa a la que nos mudaremos en unas semanas . Nos ha costado lo suyo encontrarla pero, al fin, la tenemos y podemos desconectar unos días que nos van a venir como agua de mayo. Se avecinan tiempos de cambios. ¡Cuántas ganas!

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#Hoy leemos: Madre sólo hay una y aquí están todas

La semana pasada, mientras compraba un libro para Sofie, vi en una estantería un libro que me hizo quererlo, cogerlo y pagarlo en un santiamén y llevárselo a mi madre. Ya le habíamos regalado el de las "Abuelas de la A a la Z" y ¿qué mejor compañero que este?.

La propia Raquel Díaz Reguera señala que “No hay que olvidar que una madre “no nace, se hace” pero así como para ser médico, arquitecto o arqueólogo, tienes una formación mínima de cinco años, madre se es de un día para otro, ayer no lo eras y hoy resulta que sí, y te examinas cada día ante la mirada de un jurado de individuos que durante unos años no levantan ni dos palmos del suelo”. En esta ocasión, aparecen 30 tipos de madres: la protegepolluelos, la despistada, la creativa, la cuentista, la hippie, la sargento, la primeriza... llenas de ternura, humor y algunas dosis de ironía.  También hay un contenido extra relacionado con la maternidad.

Las ilustraciones son maravillosas. Un lujazo de libro para cualquier mamá. ¿Habíais oído hablar de él?

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Mutterpass

Cuando una mujer se queda embarazada en Alemania, su ginecólogo le da un librito donde se apuntan los datos más relevantes: antecedentes, ecografías, resultados de analíticas, curva del desarrollo fetal, siguientes, citas, etc. La verdad es que está muy bien pensado esto del Mutterpass. Eso sí, debes llevarlo contigo en cada visita que tengas y sólo tienen cabida dos embarazos (16 páginas para cada uno).

Feliz lunes

Comenzamos la semana con energía gracias a "Uptown girl" de Billy Joel a pesar de levantarnos con un cielo lleno de nubes. Ayer tuvimos un día culinario muy productivo y las torrijas que me estoy metiendo entre pecho y espalda me saben a gloria. No sólo a mí sino a todos los alemanes que me rodean y que vivían ignorando la existencia de las mismas. Han alucinado. Es lo que tiene seguir la receta de la abuela... Dejaré la receta a mano porque me temo que tendré que repetir.

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Baja por riesgo en el embarazo

Ya en el tercer trimestre del embarazo de Sofie, mi médico de cabecera me habló de la prestación por riesgo en el embarazo. Nadie me había hablado al respecto y fue un gran descubrimiento. A esas alturas ya la ciática me estaba quitando el sentido y mantener la rutina habitual en el colegio era cada vez más difícil. Gracias a él pude acogerme a este derecho que tenemos las madres trabajadoras. Podía haberla pedido antes pero soy de las que piensan que el embarazo no es una enfermedad y que mientras te encuentres bien, es más saludable seguir con tu vida diaria. Poco antes de cumplir la semana 32 me la concedieron.