Segundo año en el que celebramos tu día. Parece que fue ayer cuando te regalé una camisa de cuadros que vimos en una tienda y te gustó unos días antes de que naciera Sofie. Como no sabía si la pequeña se iba a adelantar la compré con tiempo. Cuatro días más tarde teníamos a nuestra pequeña con nosotros. Al fin.
Nunca pensé qué tipo de padre serías. Y he de decir que me ha gustado tanto cómo lo haces que aquí estoy embarazada de nuevo y con una alegría inmensa. Eres un narrador de cuentos espectacular, un creador de historias fantásticas, un corredor de pasillos en minibicicletas, un constructor de torres perfectas para ser destruidas, un bálsamo en las noches con pesadillas, un comensal siempre hambriento para las comiditas de Sofie, un excelente preparador de baños de espuma con patos y cubos... Todo esto y mucho más, una faceta que me encanta descubrir cada día Adoro cómo la miras, desde que la vimos en el ecógrafo, y cómo tu amor por ella aumenta hasta el infinito, hasta ese rincón donde se encuentra el mío por vosotros.
¿Todavía no nos sigues?
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