Últimamente el tiempo nos está haciendo un guiño y hemos disfrutado de un día de sol. Un día especialmente bonito. No sé si es que como los voy a añorar tanto en invierno me gustan más o porque el otoño es una estación que siempre me ha encantado. Aquí la llegada del Herbst se vive con más fuerza. Las hojas empiezan a caer a finales de agosto, principios de septiembre. El marrón y los colores cobres empiezan a pintar los árboles, las hojas se empiezan a acumular en las aceras, las tiendas se decoran con guirnaldas, piñas, coronas...
Ahora hay vacaciones de otoño durante dos semanas pero no he visto los parques con muchos niños a pesar del buen tiempo de hace. ¿Será que tenemos otro concepto de vida? ¡Con lo bien que te lo pasas cuando eres niño tirándote encima de una montaña de hojas! Un placer fácil al alcance de todos y que Sofie ha descubierto recientemente.
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