Entra sonriente en la sala. Saluda moviendo su manita, como un mienbro de la realeza. Sigue sonriente y callada mientras entrego su cartilla de vacunación a la enfermera. Nos acercamos a la camilla y ya empieza a percatarse del asunto. Antes del pinchazo, empieza a llorar. ¡Y esta vez han sido tres!
¡Pobrecita mi Sofie! Sin embargo, ya salíamos de la sala sin lágrimas y diciendo adiós. Se le pasa pronto aunque cuando luego se acuerda durante el paseo de vuelta a casa, hace algún puchero. Esperemos que no le dé reacción porque con la del año nos apuntamos a casi todos los efectos secundarios.
La primera vez que la llevé al Centro de Vacunacunación de la CAM (General Oraá, 15) fue en la que peor lo pasé. No sé si eran las hormonas o qué pero el primer pinchazo me dolió hasta a mí. ¡Vaya par de lagrimones que solté!
La vacunación es una de las acciones en materia de salud más exitosa y rentable que existe contra enfermedades como el sarampión, el tétanos o la difteria. Es un gran método de prevención. Pero eso, mi pequeña no lo entiende.
Este es el calendario de vacunación del 2013. Algunas pueden ser de pago en determinadas Comunidades Autónomas.
Es una lástima que se recorten prestaciones sanitarias. A nosotros no nos tocó por nacer Sofie antes de mayo del 2012 pero es una injusticia cuando se tira el dinero en compras de iPads, coches privados y demás despilfarros de nuestra clase poítica. En Alemania hay que pagar por las vacunas pero es que el sistema sanitario funciona de forma completamente distinta a cómo funciona(ba) en España.
Escuchad a vuestro pediatra. Como para cualquier padre, la salud de un hijo es lo primero.
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